lunes, 15 de octubre de 2007

Sólo queda decir...



Sólo queda decir algunas cosas,
saldar alguna que otra servidumbre
que me quede pendiente –¡esa costumbre
de adquirir bajo crédito las rosas!–.

Y empaquetar las noches más lujosas
que decidió el amor, la certidumbre
del beso que se nace pesadumbre
al alba del olvido de sus diosas.

Y poco más. Dejarme de faenas,
de quehaceres, al yugo de mi noria
de año en año, tras unas y los otros.

Sólo queda embalar mis cuatro penas,
retenerme algo más en su memoria…
y soñar que he vivido entre vosotros.


(octubre, 2007)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perfecto cierre. ¡Y esas rosas a crédito! Aunque siempre queda más, Antonio.

Antonio Azuaga dijo...

No estoy muy seguro de que sea mucho más.
Gracias, Julio.