martes, 2 de octubre de 2007

El último homenaje


Es el último viaje, el último horizonte;
es la última ciudad, es el último parque;
es el último cielo, nostálgico y sublime;
es la última calle, la última palabra,
el desaliento último…

Es el último sueño
antes de que la noche decida prolongarse
en otra noche posterior, y en otra luego
en que ya no habrá día que alcance a sucederla.

Es querer aferrarse a un recuerdo que nunca
se podrá recordar porque nunca ha existido.

Es querer ser aún, incluso desmentido
por los hechos que son. Es el alma que agota
su futuro precario...

Sólo es un homenaje
al amor y a la vida… El presagio de un tiempo
que al silencio precede, que barrunta la nada…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperanza y desesperanza.

Antonio Azuaga dijo...

O experiencia y desolación.
Gracias, Julio: siempre por aquí.