lunes, 2 de abril de 2007

Hasta mañana

(Severamente serio hoy. Cerremos el día con un... soneto, por ejemplo)


Dijiste “hasta mañana”; y parecía
que aún habría tiempo, que mañana
vendría un día más a esta ventana
a renovar la luz que te advertía.

Veinticuatro impaciencias de agonía
que me han robado el alma circadiana
a fuerza de esperar. Espera vana:
¡no habrá jamás un nuevo mediodía!

Me quedan unos versos fragmentados
por algunos rincones del olvido.
En su noche recorren tu desierto.

De retirada van y derrotados
por no haberse en tu nombre reunido.
Dijiste “hasta mañana”. Y no fue cierto.

No hay comentarios: