domingo, 22 de abril de 2007

Decir sin decir

No tengo mucha luz en este atardecer de cielo cárdeno, preñado de tormentas indecisas que dudan en el quicio del mundo, como el soñador aquel del Columpio de Gerardo Diego que jugaba al sí y al no. No tengo luz y sí una memoria amontonada, sin orden ni concierto, caótica para la narrativa de la vida, confusa para la reflexión, con un punto de dolor y varias comas de melancolía. Supongo que los años hacen esto a veces y que las palabras, entonces, se ven invertebradas para decir sensatez o elaborar sentimiento más allá de nosotros, hacia un tú, cualquiera o determinado, más eficaz a la hora de recomponerlas.

Y todo esto para decir que no tengo nada que decir. O que no quiero. O que han vuelto las sombras a las cosas y se han quedado en ellas en calidad de sombras inevitables, mirándome y diciéndome que no puedo hacer nada porque dejen de ser una seria amenaza para mi sosiego.

Parece que al final se decanta la duda por el “no”. Sabe Dios qué combates ha librado el Sol esta tarde. El caso es que a través de la ventana veo un trozo de cielo turquesa pálido y un arañazo de luz en el piso más alto del edificio de enfrente. Se retira la tormenta improbable. Esta noche habrá estrellas, supongo. Pero a mi alrededor siguen las sombras su danza indiscutible, su inefable tristeza.

Dejemos lo de hoy en un ejemplo: aquí está dicho todo sin haber dicho nada. O más claro, sin duda, otra vez por un tango:

Me da pena confesarlo,
pero es triste ¡qué canejo!
el venirse tan abajo,
'derrotao' y para viejo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para no tener nada que decir o no querer decir nada me parece que has dicho bastante. Cierto personaje de Anouilh que conoces bastante aún continúa diciendo: " ¿Ya no te gusta Marivaux? Bueno, supongo que no irás a hacernos cambiar de obra.." Pues eso.

Antonio Azuaga dijo...

Amigo mío, yo no tengo intención de cambiar la obra, es la obra la que me está cambiando a mí.

Anónimo dijo...

Mi querido Antonio. Pues para decir sin decir lo has dicho todo tan bien...Además !cuánta hermosa litaratura en pos de las sombras y de la inefable tristeza¡