martes, 10 de abril de 2007

Contar sombras

Hoy he estado a punto de cerrar estos apuntes. Siento un cansancio que no tiene nada que ver con lo que la gente entiende por cansancio. Nada de agotamientos o fatigas o depresiones (cómo odio este término) al uso. Simplemente, me cansa contar sombras. Y es que, como en la “Retirada” de Martínez Mesanza:

El corazón del viejo se ensombrece
mientras las muchas sombras enumera,
y otra guerra recuerda y otros hombres.

Hay sombras por todas partes. Sombras desamparadas de los cuerpos que las permitieron, que las hicieron caricia de los muros y de las cosas, que las dejaron caer distraídamente sobre los volúmenes de este mundo que pensamos –o creemos– real. Las hay de todos los tamaños, colores y densidades. Hay sombras insignificantes de momentos brevísimos que circularon entre los objetos con una sonrisa humilde. Hay sombras grandiosas que recortó la luz de algún día maravilloso y cubren avenidas y parques y jardines por completo. Hay sombras oscuras adheridas a la tierra que se troquelaron en las horas tristes. Y sombras suaves y sutiles que perfiló el amor; o densas y grávidas que disecó cualquier error nuestro.

Y están por todas partes, con su precaria existencia hibernada, en su condición de casi no ser, agarrándose con desesperación a los volúmenes por que anduvieron. Están esperando el milagro prometido de su resurrección en una mirada nuestra, en una mirada sin lágrimas para que no se diluyan. Me conmueve recordar estos versos de Amalia Bautista a su padre (perdóname, Amalia, si con ellos duelo):

Ya estoy aquí. No llores que tu llanto
podría disolverme en las tinieblas
de nuevo y para siempre.

Creo que era egoísta mi cansancio. Seguiré contando sombras, seguiré siendo el pretexto de su resurrección.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigue contando sombras, que, para los demás, son luces.

Anónimo dijo...

No creo que haya mucha luz en esto; en cualquier caso, gracias, caro amigo Martínez Mesanza.

Anónimo dijo...

Gracias.

Antonio Azuaga dijo...

A ti. Y perdona.