martes, 1 de enero de 2008

Año nuevo



Y todo por hacer. Aquí, los planos
de la nueva vivienda; allí, los días
pendientes otra vez, las alegrías
y las que no lo son; los otros vanos,

los mismos muros y mis viejas manos;
este obrar, distraer con celosías
los ortos que no dan en mediodías
la estatura de ser sueños humanos…

Y todo por hacer… Y qué abandono
de uno mismo detrás, siempre más lejos
de uno mismo... De nuevo, qué pereza

cargar mis cuatro enlaces de carbono
por mirarme la vida en los espejos.
Qué vanidad al cabo… Y qué tristeza.


1 enero 2008

2 comentarios:

ángel dijo...

Qué bello y bien cantado este desasogiego y pasmo que son asombro clásico, al fin, de estar vivos aún sobre la tierra.

Frente al calendario de otro año, ha sido un gusto leer tu soneto y descubrir tu espacio.


Saludos...

Antonio Azuaga dijo...

Muchísimas gracias por tus palabras.