jueves, 10 de enero de 2008

Latitud de olvido



Cuando nada se espera,
cuando sabemos que no podemos esperar
nada ajeno a la nada,
cuando negamos a la voluntad
la decisión espuria de salvarnos,
hasta el silencio tiene virtud de compañía,
hasta la luz que estorba el horizonte
de la noche dispone claridades,
configura esperanzas.

Aunque sepamos que no nos salvarán esas señales.

Aunque sepamos espejismo los signos no posibles.

Aunque la tierra amada sea un sueño
y la nave esperada sea aquélla
que halla su puerto en latitud de olvido.

(enero 2008)

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