viernes, 11 de enero de 2008

Sonido a contraluz



Lo escuché a contraluz –si hay un sonido
que suene en modo así de contrariado–;
acaso una palabra en mal estado
a punto de no serlo, o ser su olvido.

No sé qué fue, ni sé lo que he perdido.
Tal vez era el tictac abandonado
de un reloj contra el tiempo, o el desairado
latir de un verbo que no halló sentido…

Tiendo alertas, a veces, por la tarde
a ver si se repite y recupero
esos timbres que al cabo hacen al hombre:

un decir que le niegue que hoy es tarde,
un vivir que le diga por entero...
Una voz que lo llame por su nombre.

(enero 2008)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena cosecha poética la de este enero, Antonio.

Antonio Azuaga dijo...

Gracias, Julio, me fiaré de ti.
Por cierto, echa un ojo al correo, que te hago una pregunta.