jueves, 1 de noviembre de 2007

Fin del tiempo



Hubo un día en que el mundo se detuvo.

No volvió a amanecer, ni aparecieron
titulares que diesen la noticia.

La noche se hizo noche interminable
y el día inacabado nunca pudo
coronar su ansiedad de atardeceres.

Hubo un día sin noche... Y una noche
sin día sucesivo. Un hemisferio
durmió sin solución. El otro anduvo
en una suerte de vigilia infame
bajo una eternidad agotadora
de dolorosa luz indefinida.

Hubo un día en que tú no regresaste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué bien expresado el espacio sin tiempo y qué final tan redondo!

Antonio Azuaga dijo...

Gracias otra vez, Julio.