viernes, 16 de noviembre de 2007

La busca


Me dijeron que estaba… no sé dónde,
no puedo recordar dónde dijeron,
qué nombre de qué calle la ocultaba,
qué rincón de ciudad la confundía.

Pero alguien me lo dijo. Desde entonces
no puedo sino andar las avenidas
de portal en portal, de plaza en plaza.

Cuando las noches en invierno hieren,
duermo en los bancos de los bulevares,
me visto de suburbios, bebo sombras
si la sed de un mal sueño me acobarda…

El alba huele a escombros y a derrota,
a cartones quemados, a tristeza.

Y pregunto otra vez, y alguien me dice
que sí, que sigue allí, que está seguro
porque un día cruzó frente a sus lágrimas.

Me dan su dirección y su teléfono.

Y se niega de pronto la memoria.

Y me pongo en camino, no sabiendo
que no sé dónde está... Pero me aguarda.



(noviembre, 2007)

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