jueves, 28 de febrero de 2008

La tarea

Nota que aparece al final de mis “Memorias”, apócrifas, inéditas, aún por escribir… Pero no os preocupéis: se publicarán en cuanto encuentre un editor que merezca "mi inteligencia". Adelanto estas líneas en desagravio a esos personajes “famosos” (como Pipi Estrada, que ha supuesto para mí un auténtico, aunque tardío, descubrimiento) que vuelcan sus interesantes vidas ante la indiferencia lectora de algunos sectores de la sociedad:

Tengo una tarea urgente que cumplir y todavía no sé cuál es. He pasado mucho tiempo preguntándome si se trataría de una gran empresa, de algún gesto heroico, de alguna hazaña memorable... Con los años me he vuelto escéptico: me temo que mi tarea sólo era creer que tenía una tarea urgente que cumplir. A casi todos los idiotas nos pasa esto.

A veces hay que ser sincero.

3 comentarios:

Montserrat dijo...

Pero vamos, cómo puede ser que no te hayas enterado, si lo estás haciendo cada dia. Tus alumnos, no todos claro, seguro que estan muy contentos con la suerte que han tenido de tener un profesor como tu, que les incita la curiosidad por la cultura de verdad, que estimula sus mentes frescas con retos que poco a poco fructifican.
Y los otros, los que andamos por aquí un poco a ver que da de sí todo esto del blog,somos tstimonios de tu generosa presencia, siempre atenta, siempre tirando del carro con tus estupendas ideas, a las que nos dejas acceder para decir la tonteria de turno, con excepciones honrosísimas claro está.
Si esto no es una gran tarea, un gesto heroico,una hazaña memorable, que venga Dios y lo vea.

Sincero quizá sí, pero idiota seguro que no, no puede ser, no encaja...

Antonio Azuaga dijo...

¡Ja, ja, ja...! Muchas gracias, Montse, pero, "sinceramente", no creo que yo tenga niguna tarea de tamaña urgencia. La entrada era una broma crítica sobre mí.

Mª Angélica de Diego Dawson dijo...

Mas vale tarde que nunca. Ojalá te hubiese conocido antes pero, irremediablemente, cada cosa tiene su momento. Desearlo todo antes de su momento, siempre pasa lo mismo. Y siempre también queda esa sensación de no haber aprovechado más el tiempo. Pasa con cada una de las maravillosas cosas que vives, que son muy pocas, y el tiempo pasa tan deprisa.

Ojalá no fuéramos tan descreídos, algunos, y viéramos algún día realizado aquello que tanto hemos anhelado. Pero cada cosa.. ¿ Y si lo hubiésemos deseado antes, y mejor ? tal vez entonces no seríamos tan escépticos ahora.