viernes, 28 de diciembre de 2007

Suceder y ser

Al principio, nos ocurren cosas; más tarde ocurrimos nosotros y ellas casi no cuentan. Por eso un joven dirá con más frecuencia que hace frío y un viejo que lo tiene. Tal vez separe aquél en mejor modo el yo del mundo, tal vez los mezcle éste. ¿Será por eso que hablamos de egoísmo en la vejez? No, no lo creo, no me parecería justo. Se trata de un proceso de tristeza; de un ir de fuera a adentro, de un quehacer de la vida, de una depredación de la realidad que vamos atesorando para tener algo que llevarnos al olvido. Primero está la presa y la decisión de alcanzarla; después el desaliento, la patria de los hechos, la propiedad del ser, su peso en el alma…

Al principio sucede el universo. Luego cesa y nos queda su memoria. Y deja de hacer frío porque lo llevamos dentro. Y todo lo demás… porque lo llevamos dentro.

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