lunes, 10 de diciembre de 2007

Pausa obligada

(Voy a estar algo ocupado los próximos días. Hagamos la pausa con un poema. Va con "sonido", si se quiere. Basta un clic en el título, pero es un desastre: tiene un zumbido que no he conseguido quitar. No sé si será por la tarjeta que tengo, que es una porqueriíta. De todas formas, la intención era buena).

Atardecer de invierno

No puede
sostenerse la luz sobre ese arco
de convexa lejanía.

No puede mantenerse
ni siquiera un instante de enamorada lentitud.

Indefinidamente triunfa su fracaso.

Si siendo en mar, de mar se anega;
si en tierra siendo, el páramo la inhuma.

Nada puede fijarla
allí, donde quisiera el horizonte ser caricia.
Y caricia la mirada.
Y la mirada
alma que del alma huye…

Para impedir la noche
y los fríos relojes del invierno…

Para besar un día que ya no se sostiene,
que en mar está muriendo
y en llanura,
y en decidida distancia.

(diciembre, 2007)

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