martes, 10 de julio de 2007

Ósmosis del alma

El fenómeno de la ósmosis, tan sabido de físicos y químicos, es negligentemente desconocido por los psicólogos; no sé si como consecuencia de su ignorancia de las leyes de la naturaleza o de la propia distorsión de su conocimiento; el caso es que no he encontrado nunca la más mínima referencia a aquél en ninguna de sus palabras. Y, sin embargo, existe; no sólo existe, sino que es fundamental para la salud de la mente y sociedad humanas.

Hay almas anegadas de verdad, de bien, de sabiduría, y circunstancias con una altísima concentración de todo cuanto suena a sinrazón o repica mezquindad. Hay un flujo constante e irrefrenable, un espontáneo arrancarse de ellas mismas, para empapar la falacia, el mal o la estupidez. Hay una ósmosis directa de esas almas a través de la membrana de la vida que quiere amortiguar la indecible saturación de miseria moral del mundo. Sin embargo, no se habla de ellas; sin embargo, no se las busca (yo creo que el farol de Diógenes fue uno de esos raros intentos de encontrarlas). Si por azar se hallan, se las ningunea o se las ridiculiza; incluso, algo peor, si el autor del descubrimiento es un psicólogo, lo que intenta es “reconvertirlas” en instrumento eficaz de sus opuestos.

Es un "santo" tiempo éste, o quizá todos los tiempos han competido siempre en tan perversa santidad. Por desgracia estoy convencido de que la mayor cantidad de excelencia humana se ha perdido en la Historia, como una esfera semipermeable de agua dulce sumergida en el mar.

En lo que a mí concierne, llevo toda la vida buscando esas almas. Y algunas he encontrado; yo no he podido hacer nada por ellas; ellas, en cambio, lo han hecho todo por mí.

2 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Buenas tardes, Antonio.

Entendí luego mejor a qué te referías con voluntad con el ejemplode Hawkings. Realmente es admirable en su ejercicio de voluntad. La voluntad que me daba cierto temor era otra. Por supuesto que de la que tú hablas es impresionante.

Preciosa esta entrada. Cuando encuentro esas almas me quedo cerca, a ver si me pegan algo ;-) A eso me refería cuando decía que´"prefería" el amor. Aunque las ningunéen muchos como dices. Como no van vestidas de oropeles ni a veces son brillantes ... pues ni se las ve o presta atención.

Buenas tardes, un beso para ti y un abrazo para tu padre.

A las personas mayores las tocan muy poco, y necesitan el contacto también. Como los bebés, aunque a esos los achucha todo el mundo...

Aurora

Antonio Azuaga dijo...

Me alegro de que el ejemplo fuese realmente aclaratorio. Desde ahora, cuando oigas la palabra “voluntad” procura pensar en eso: capacidad de querer no rendirse, capacidad de querer a lo grande; tenacidad y abnegación, insistencia y confianza en uno mismo. Eso es la voluntad.

En cuanto a la entrada, pues muchas gracias por tu valoración. Y es verdad que he conocido a unas cuantas. Creo que a todos nos pasa, aunque a veces nos damos cuenta un poco tarde.

Y gracias también por el consejo sobre las personas mayores: lo tendré en cuenta.
Besos.