La racionalidad es un artificio proyectado sobre el mundo si por racionalidad entendemos la estructuración coherente, lógica e independiente de los acontecimientos. En sí, todo es caprichoso, arbitrario y, fundamentalmente, injusto. Creemos en la razón como creemos en los dioses, creemos en la ciencia como creemos en los hombres: la realidad es un acto de la voluntad. La inteligencia humana se limita a traducir en diferentes símbolos la veleidosa irrupción de las circunstancias; es pura hermenéutica, pura interpretación, y no podemos olvidar que "interpretar" procede en último término del latín interpres, esto es, intermediario: la inteligencia es simple mediación. Un hechicero es un "cuentacuentos" tan respetable como un filósofo, tan válido como un científico.
Borrad del mundo la conjetura de un proyecto, negad el Absoluto, y no tendréis más remedio que concluir esto.
(Consideraciones, 1997)
Borrad del mundo la conjetura de un proyecto, negad el Absoluto, y no tendréis más remedio que concluir esto.
(Consideraciones, 1997)
2 comentarios:
¿Dónde tenías escondidas estas "Consideraciones" (1997)?
En “D:\Documentos\Antonio\Filosofía\Varios”. Pero no estaban escondidas, aunque no sabía que hacer con ellas. Algunas tienen cierta “gracia”, otras son una soberana “gi*******ez”. La verdad es que ando muy mal de tiempo (matriculaciones, grupos, etc.) y he tirado de archivos para no romper “esta obsesión”.
El de hoy, que no pertenece a las “Consideraciones”, no te va a gustar, no por el “julio” a que me refiero, sino porque me meto con el calor. Ya sabes que a mí lo de la “cabina de Córdoba a las tres de la tarde en el mes de julio” no me tira nada.
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